Jesús Molina Balzán

El Especialista Jesús Enrique Molina Balzán, nacío en Maracaibo el 29 de Julio de 1934. Sus padres fueron: Jesus María Molina Alvarado y Consuelo de Todos los Santos Balzán Hoyos de Molina. Inicia sus estudios en la escuela "Presbitero Carlos Flores", pasando por la escuela "Juán de Maldonado" y "Maria Antonia Bolívar". curso estudios de Bachillerado en el liceo Udón Pérez y "Elias Sanchez Rubio", donde adquiere el titulo de bachiller en humanidades, estudiando simultaneamente Comercio(secretariado), contabilidad(contabilista) y turismo(tecnico Medio), hasta obtener titulo en estas dos areas. Estudia en la Escuela Normalista "Instituto de Mejoramiento Profsional del Magisterio".

Adquiere el titulo de Lic. En ciencias Pedagogicas en el año 1961, en la Universidad del Zulia. Se espacializa en Mexico, en la univesidad de La Salle, en "Ética y Valores Pedagogicos". Tambien se especializa en "Gerencia educativa" en la universidad Antonio José de Sucre". Es miembro de la Sociedad Bolivariana apartir del año 1999. Actualmente es el Presidente de esta Honorable institución, despúes de haber desempañado el cargo de Coordinador de la sociedades Bolivarianas Municipales del Estado Zulia

Simón Bolívar y el Socialismo del Siglo XXI

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Educación Superior
Universidad Bolivariana de Venezuela
Cátedra Bolivariana
Maracaibo



Simón Bolívar y el Socialismo del Siglo XXI
Conferencia



Esp. Jesús E. Molina B.



Junio 2006

SIMÓN BOLÍVAR Y EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI
Esp. Jesús E. Molina B.

1.- Descendencia de Simón Bolívar

El ascendente más remoto del Genio de América, de que se tienen noticias, fue un vasco que se llamó Miguel Ochoa de la Rementería Bolíbar, (Bilbao), Vascongada de Guipuzcoa, Vizcaya, España, a principio de la segunda mitad del siglo XV. Familiarmente fue conocido como Miguel Ochoa de Bolíbar, “Ochoa” no era ningún apellido en el sentido moderno de la palabra, sino una denominación igual que Miguel y “Jáuregui”, que él pertenecía a los Bolíbar de la casa solariega de la “Puebla de Bolíbar” se considera a esta persona a esta persona como punto de partida del insigne apellido.

Miguel Ochoa de la Rementería y Bolívar-Jáuregui casó con doña María de Adispe, nativa también de la “Puebla de Bolíbar” y de esa unión nació Martín Ochoa de Bolíbar-Jáuregui y la Romantería, quien a su vez casó con doña Magdalena de Ibarguen, que fueron los progenitores de Simón Bolíbar “El Viejo”, quinto abuelo del Libertador, quien se trasladó a América en 1557, siendo su primer destino la Isla La Española (Santo Domingo). Allí contrajo matrimonio de la que nacieron dos hijos, uno de ellos Simón de Bolíbar y Hernández Castro, mejor conocido como Simón de Bolíbar “El Mozo” o “El Joven” cuarto abuelo del Libertador.

Al enviudar Simón Bolíbar “El Viejo” se trasladó a Venezuela en el año 1859, para ocupar el cargo de Escribano del Gobernador. Fue el quinto abuelo del Libertador, y al venir a Venezuela, fue el primero en cambiar la letra “b” labial original del apellido por la “v” lavidental, con la cual se continuó escribiendo, y murió el 9 de mayo de 1612.

El cuarto abuelo del Libertador Simón Bolívar y Hernández de Castro “El Mozo o el Joven”, casó en Caracas con Doña Beatriz Díaz Moreno de Rojas y en ella procreó dos hijos nombrados Luisa de Bolívar Moreno de Rojas y Antonio Bolívar de Rojas, tercer abuelo del Libertador, quien casó con doña Luisa de Marmolejo, de quien tuvo una hija llamada Leonor y al enviudar contrajo segunda nupcias el 20 de febrero de 1622 con doña Leonor Rebolledo de Almendáriz y de esta unión nacieron dos hembras y cuatro varones, entre ellos Luis de Bolívar Moreno y Rebolledo, bisabuelo del Libertador, quien nace en Caracas el 22 de febrero de 1627. Luis casó con doña Ana María de Martínez Villegas y Ladrón de Guevara, de cuyo matrimonio nace Don Juan de Bolívar y Martínez Villegas en 1665.

Juan de Bolívar y Martínez Villegas casó en primeras nupcias con Doña Francisca de Aguirre y Villela Liendo de quien tuvo una hembra y un varón, y al quedar viuda se une en segundo matrimonio con Doña Petronila de Ponte y Marín. De este matrimonio nace Don Juan Vicente Bolívar y Ponte en 1726, quien se casa con Doña María de la Concepción Palacios y Blanco el 30 de Noviembre de 1773, de esa unión nace Simón José Antonio de la Trinidad Bolívar y Palacio, quien nació el 24 de Julio de 1783 y fue bautizado el 30 de julio de 1783, cuyo sacramento fue cumplido por su excelencia el Obispo Don Mariano Martí.

En los primeros días de vida del niño Bolívar le sirvió de nodriza la ilustre cubana Inés Mancebo de Mijares, esposa de Don Fernando de Mijares futuro Gobernador de Maracaibo, Capitán General de la Provincia de Venezuela y fundador de San Fernando de Apure. Luego Don Juan Vicente trajo de San Mateo a la negra Hipólita, la tercera madre de Bolívar. Sin la ayuda prestada de estas dos señoras, Simoncito no hubiera podido sobrevivir.
Tuvo tres hermanos: María Antonia, Juana y Juan Vicente.

Bolívar quedó huérfano de padre a los tres años y al cumplir nueve años quedó huérfano de padre.

El Ocaso

El 17 de diciembre de 1830, a la una de la tarde, exhaló el Libertador de América su último suspiro. Tenía 47 años y medio. Por una fatal coincidencia, se cumplían, en el día de su muerte, once años de haberse decretado en Angostura la creación de la Gran Colombia, su obra predilecta, la que le impuso mayores sacrificios y la que, en fin, fue la causa de las terribles amarguras que precipitaron su muerte, como también el asesinato a Sucre.

2.- Bolívar y la Justicia Social

Para Bolívar, la lucha por la libertad estaba íntimamente vinculada a la lucha por la igualdad. La lucha por la libertad será el factor determinante para quebrar el institucionalismo que rige las relaciones contradictorias entre criollos y peninsulares y esclavos contra criollos. La lucha por la igualdad, lo será para quebrar la estructura de carta expresada por la oposición entre pardos y criollos.
En su proclama del día 17 de octubre de 1817 dijo: ¡Soldados!! Vosotros lo sabéis. La igualdad, la libertad y la independencia son nuestra divisa.
¿Nuestras armas no han roto las cadenas de los esclavos? ¿La odiosa diferencia de clases y colores no ha sido abolida para siempre?
“Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos”

3.- El Libertador de los Esclavos

Los negros esclavos integraban una clase social explotada directamente en el proceso productivo por los amos terratenientes. La explotación económica de la mano de obra negra se asentaba sobre una complicada superestructura jurídica, étnica y cultural.
Los negros esclavos constituían la parte más humillada de la sociedad. No tenían categoría de personas, sino de cosas. Se les designaba con el nombre de “piezas”.
El 2 de junio de 1816, Bolívar había declarado: “He venido en decretar, como decreto, la libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados.
Resuelto a que la abolición de la esclavitud fuera de estricta observancia para todos, comunicaba el día 16 de julio de 1818 a la Alta Corte de Justicia: “Nadie ignora en Venezuela que la esclavitud está extinguida entre nosotros”.
Para Bolívar, era imposible enarbolar la bandera de la emancipación hispanoamericana y dejar que subsistieran hombres-cosas. “Me parecía una locura que en una revolución de libertad se pretenda mantener la esclavitud”.
4.- Bolívar y el ordenamiento económico
Bolívar dispenso a la economía una atención preferente, y dentro de ella, consideraba a las ventas públicas como actividad determinante para la existencia del Estado que él presidía.
Lo económico es lo fundamental, porque es la base de la vida colectiva. “La Hacienda-postula-es la fuente del bien y del mal, la madre del crédito público.
Bolívar sabía que, en gran medida, la vida del Estado se sustenta sobre la cuestión económica. Para él, el índice de la actividad económica es el mejor termómetro de la realidad política. Bolívar sostenía que, las finanzas se veían afectadas por dos candentes problemas sociales: la burocracia y el peculado.
La burocracia para Bolívar entrañaba dos males incurables: devoraba las rentas nacionales restándole su aplicación a las obras de interés público, y paralizada la agilidad indispensable a toda administración. El primero de los males generaba un desgaste persistente y seguro de los recursos del Estado; el segundo, hacía ineficaz la administración por la incompetencia, la apatía, el papeleo, la transmisión tediosa, otros.
Para combatir la deshonestidad, la incompetencia y la ineficacia, propone un remedio sencillo, muy conocido aunque desandado, el no emplear sino a los que temen la responsabilidad; a los que huyen de los destinos públicos. Había que buscar la “virtud oculta” o sea, los individuos de méritos sin esperar que éstos vinieran a solicitar los cargos.
“Saber y honradez, no dinero, es lo que requiere el ejercicio del Poder Público”.
5.- Su preocupación por la enseñanza

· Alfabetización
El Libertador sostenía que el primer deber del gobierno es dar educación al pueblo. La salud de una República depende de la moral que por la educación adquieran los ciudadanos. “Había que preparar a las generaciones nuevas para la vida nueva, lo que podía lograrse preparando al pueblo”.
- La Alfabetización
Para combatir el analfabetismo ordenó el establecimiento de escuelas normales es todas los departamentos de la República, a fin de que éstas, utilizando el sistema Lancaster, preparasen a los futuros maestros de enseñanza primaria, según Decreto del 31 de enero de 1825. Al sistema Lancaster, se le llamó de “mutua instrucción”.
Bolívar en su afán de impulsar la educación prescindió de que Lancaster era ciudadano inglés de religión protestante y que la presencia de éste habría de resaltar inconveniente ante el fanatismo católico de la República.
La enseñanza primaria
Para educar al pueblo había que instituir la enseñanza primaria, moderna y popular. Según Decreto del 20 de mayo de 1820, dispuso: que todos los jóvenes mayores de 4 años y menores de 14, asistieron a las escuelas, donde se les enseñarían las primeras letras, la aritmética, el lenguaje, otros.
En el Decreto del 17 de diciembre de 18196, Bolívar ordena la ocupación inmediata de todos los conventos abandonados, así como las construcciones de aquellas órdenes religiosas que habían hecho votos de pobreza, para alojar y educar a estos huérfanos de la Patria.
En un artículo periodístico, intitulado “La Instrucción Pública”, escrito en 1825, el Libertador justifica la necesidad de que la educación sea pública y de que figure en las bases de las instituciones políticas.

· Organización Escolar
Bolívar entiende que es prudente dividir la sociedad (escuela) en clases (grados), colocando al frente de cada una a un celador, capaz de dirigirla, y seleccionado por elección.
Bolívar propuso que el maestro se le llame director, y a la escuela, sociedad, insistió en que “el objeto más noble que puede ocupar al hombre es ilustrar a sus semejantes”, y considera como tarea creadora la de El Director (maestro) de una escuela.
- Legislación educacional
Bolívar genera una auténtica novedad institucional al lograr, por primera vez, que una constitución se ocupe del aspecto educacional.
El Congreso de 1821, reunida en la ciudad de Cúcuta (Colombia), creó las Juntas Curadoras de Educación para el impulso a la enseñanza. En Bogotá se fundó la Filantrópica (1822) y en Caracas la Junta Protectora de Enseñanza Mutua (1823). La Filantropía explicaba que su misión era “procurar los procesos de la educación pública, de la agricultura y de las artes.
- Universidad y Cultura
Para educar al pueblo había que crear escuelas de todo tipo; proteger las letras y las artes; estimular las ciencias, las ideas pedagógicas, las universidades, etc. En Guayaquil fundó la primera Escuela Náutica.
En los estatutos dictados por el Libertador se pone fin a las discriminaciones sociales, religiosas y raciales para ingresar en las universidades (Reforma Universitaria de 1827).
El Libertador procuraba que los cursantes de la enseñanza superior no sólo se concretaran al esfuerzo teórico, sino también a la ejercitación práctica.
¡Todo lo que pudiera estorbar al desarrollo científico y cultural era obviado! “Quedan libres de derecho de importación los instrumentos de cirugía, matemáticas, ciencias naturales y de agricultura: los que tengan por objeto mejorar la navegación de lagos y ríos; las plantas y semillas; los libros impresos y los mapas e imprentas, etc. (Decreto del 9 de marzo de 1827).
Su revolucionarismo, en cuanto a la educación integral, le lleva a rectificar aquellas concepciones que despreciaban al aprendizaje de ciertos trabajos u oficios, considerados indignos bajo la colonia.
- Desarrollo Cultural
La Revolución estuvo siempre abierta a las más diversas inquietudes culturales. Bolívar recibía con beneplácito a todos aquellos investigadores y sabios que quisieran verificar estudios en la República.
Científicos, investigadores, exploradores, geógrafos, escritores, pintores de las más variadas especialidades y países recibieron el apoyo del Libertador y ellos le enviaban obras, reliquias manteniendo una correspondencia con el Libertador. Entre ellos Bollaman, Barclay y Otros.

6.- Bolívar y la revolución socio-económica

La abolición de la esclavitud y el reparto de tierras son los principios fundamentales sobre los que asienta el Libertador Simón Bolívar su revolución socio-económica. Con lo primero, el ex-esclavo se convierte el justo reclamo de aquellos que lo han abandonado todo por servir a la causa emancipadora. Con ambas medidas, que la historiografía burguesa silencia, desvirtúa o rehúye considerar, se liquida el sistema esclavista feudal y se pasa a un régimen de economía monetaria.
“La libertad y las garantías – dijo Bolívar – por tan sólo para aquellos hombres y para los ricos y nunca para los pueblos.
Comentaba el Libertador, una enorme masa de campesinos paupérrimos que continúan “bajo el yugo no solo de los alcaldes y curas de parroquia, sino también bajo el de los tres o cuatro magnates que hay en cada una de ellas”.
La revolución transforma la naturaleza de la guerra, porque cambia el alzamiento de los oligarcas y pensadores de la alta burguesía en una insurrección popular.
- La reforma agraria
La reforma agraria, implantada por el Libertador y frustrada más tarde por leguleyos, chupatintas y caudillos, plasmaba judicialmente, la entrega de tierras a los desposeídos, repartía el campo, y distribuía los bienes nacionales entre los autores materiales de la liberación. Bolívar pretendió mitigar las afectaciones económicas sufridas por la masa campesina, por los soldados de la emancipación, por el pueblo mismo.

- Granjas colectivas

Bolívar se adelanta a la creación de las granjas colectivas al decretar que muchos beneficiados puedan unirse para solicitar en comunidad las grandes haciendas.
- Créditos para el fomento agrícola
El Libertador comprende que no basta la entrega a los campesinos, a los combatientes por la independencia, si ésta no se hace y aseguren lo decretado. A tales fines, dispone: créditos para el fomento agrícola, supresión de derechos internos, establecimiento de un banco de comercio, prohibición de exportar ganado vacuno, otros.
Al proclamarse la República de Bolivia, el Libertador reafirma los principios de su revolución socio-económica, y para que la agricultura pueda desarrollarse en esa región, el 14 de diciembre de 1825, decreta la distribución de tierras entre los indígenas y los que hayan acreditado mayor decisión por la causa de la independencia.
- Función social de las tierras
La tierra entregada no podía quedar ociosa, tenía que llenar una función social: “Si al cabo de dos años después de hecha la adjudicación, los beneficiados con ella no hubiesen emprendido el trabajo que demanda la estación del tiempo, y no den muestras de dedicación al trabajo, se les separará de la posesión y propiedad de dichas tierras, y se le adjudicarán a otros que las cultiven cual corresponde.
7.- Bolívar frente al expansionismo brasileño

El Libertador mantuvo bajo constante vigilancia el desarrollo de la política expansionista del Brasil, más de sesenta comunicaciones dirigió Simón Bolívar, desde enero de 1825 hasta octubre de 1827, a Jefes de Estado, generales, congresistas y amigos personales, acerca de las posibilidades de enfrentamiento militar entre el Imperio de Brasil y la República de la Gran Colombia y acerca del criterio que habría de prevalecer en las cancillerías de las grandes potencias europeas en el supuesto de tal ocurrencia.
- Las fronteras
Tan pronto quedó sellada la independencia de la América del Sur con el triunfo de Ayacucho (9 de diciembre de 1824) comenzó a tornarse inquietante el problema de la definición de fronteras que poseían una precaria base histórica. La situación se agudizó con la creación de Bolivia el 6 de agosto de 1825.
Las referidas indefiniciones y la persistencia de conflictos para esclarecerlas llevaron a los países de la región a procurar soluciones jurídicas, basadas en el uti positedis jus de 1810.
En grandes zonas, los linderos administrativos eran más teóricos que reales, dado el total despoblamiento que existía en ellas. Esta imprecisión generó litigios internacionales que aun persisten.
8.- El luchador por la integración

Los enemigos de ayer y de hoy de la revolución latinoamericana han pretendido demostrar que la paternidad del panamericanismo, pertenece a Simón Bolívar. Para ello no han estimado esfuerzos en tergiversas la esencia de la ideología bolivariana y la han caricaturizado hasta adaptarla a organizaciones de fabricación “made in USA”, como el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), la desprotegida organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU), por citar solamente tres.
Por todos es conocido que esos instrumentos (títeres) de intervención yankee, surgidos al calor de la guerra fría contra todo movimiento revolucionarios, tienen fines e integración opuestos a lo deseado por El Libertador.
El pensamiento del Libertador con respecto a la integración latinoamericana se enmarca dentro del proceso de las luchas independentistas (1810 – 1825) y los años posteriores al logro de la misma hasta su prematura muerte.
El momento más relevante en el proceso integracionista fue el Congreso de Panamá. En el, Bolívar volcaría todas sus esperanzas integracionistas para el continente americano y para el futuro de nuestras tierras; magna reunión de las naciones donde se decidiría el futuro de Latinoamérica. La unidad sería el punto central a tratar por los delegados en aras de crear una federación de países independientes hispanoamericanos.
No pasará mucho tiempo cuando el coloso de Norteamérica (EE.UU.), extienda sus tentáculos como un pulpo, para oprimir a los pueblos de América en nombre de la libertad y la democracia”.
Simón Bolívar

9.- Bolívar Precursor del anti-imperialismo, porque no se contentó con formulaciones vagas y etéreas; fue categórico, pues de Estados Unidos dijo: “Parecen destinados por la Providencia a plagar a la América de miserias en nombre de la libertad”. De allí que al convocar el Congreso Anfictiónico a celebrarse en Panamá recomienda no incluir representación norteamericana alguna y se hubiera propuesto llevar al seno de la magna reunión, entre sus postulados, atender a la independencia de Cuba y Puerto Rico cuya eventual liberación haría más favorable el equilibrio de las fuerzas revolucionarias, impidiendo que ambas islas fuesen convertidas en trampolín de la contrarrevolución o en puente de paso hacia la América Central de la expansión norteamericana. Además El Libertador establece claramente que la América independiente tendrá con el resto de las naciones del mundo vivas relaciones. Cree firmemente que la educación, el trabajo y su justa remuneración hará prósperas y felices a las generaciones venideras.
10.- Su aporte a soluciones al Socialismo del Siglo XXI

Las acciones de Simón Bolívar inspiran soluciones para el mundo de hoy, para el mundo de la mundialización. Donde la posibilidad que la gente se pregunte, ¿Cómo Bolívar que es un hombre del Siglo XVIII, puede soluciones para la mundialización? ¿No habrá algo de arcaico en esta idea bolivariana de regresar a Bolívar para ocuparse del mundo de hoy del siglo XXI?
Tenemos que reconocer que Simón Bolívar era evidentemente un hombre de su época; producto de las ideas de su época, pero es que su época era semejante a esta. La segunda parte del siglo XIX, cuando vive Bolívar, es la que podríamos calificar una especie de segundo renacimiento, una época de rupturas, de transformaciones radicales de cambios insólitos; es la época de la razón, de la ilustración; la época de las luces, la época de la revolución americana, la época de la revolución francesa; del nacimiento del capitalismo, de la Revolución Industrial; es decir, la época de mayor número de transformaciones radicales de cambios, que la historia haya conocido antes de nuestra propia época.
Evidentemente Bolívar, es un buen modelo para comprender una época que en cierta medida tiene mucha parentela con la ruptura, la transformación final del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Por eso es tan apasionante observar como líderes y mandatarios de otros países han integrado en sus proyectos de gobierno muchas experiencias intelectuales de Simón Bolívar, poniéndolas en relación dialéctica con las ideas culturales, políticas, filosóficas, militares, económicas y sociales de hoy. Se han inspirado en el Bolívar político visionario, el constitucionalista, el demócrata, el militar, el economista. Es impresionante constatar las similitudes, entre aquella época, en la que Bolívar produce ideas originales, restituyéndolas en las acciones con generalidad, comparada con la muestra.
Nuestro Libertador sostenía: “El sistema de gobierno más perfecto es el que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
11.- Bolívar enfrentado a las contradicciones

El libertador se vio envuelto en las contradicciones que genera una sociedad políticamente y percatada de las injusticias sociales que en ella existían tomó partida al lado de los desposeídos.
Bolívar estaba bien convencido de que toda política destinada al fomento y desarrollo, diríamos hoy, de una actividad económica, como la agricultura, exigía un conocimiento previo de la situación en que se hallaba dicha actividad.
Nuestro Libertador tuvo que enfrentarse no sólo al imperio español, sino también al brasileño y al norteamericano, que actuaba en el continente americano como la Compañía Adams (hoy la CIA Norteamericana) representada para la época por John Quince Adams (1767-1848), uno de los asesinos intelectual del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.
A numerosos atentados contra su vida y a patriotas seguidores a favor de la emancipación, de la oligarquía criolla y la iglesia católica que en la época se resistía al cambio igual que ahora. También a fenómenos naturales como el terremoto del 12 de marzo de 1812, cuando en medio de los escombros mencionó estas proféticas palabras: “Si la naturaleza se opone a nuestros designios, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.
12.- Bolívar apoteosis de la libertad

Su nombre es la apoteosis de las Libertad de un pueblo, su historia, la vida de un héroe, fecunda en luchas gloriosas, en nobles proclamas y otros hechos que ardiendo en fuego patrio, son las inextinguibles lámparas que velarán su memoria incorruptible, mientras exista una historia y lata un corazón americano. Es el laurel más meritorio que guarda en sus páginas la historia de Sudamérica; y si se interrogan los inmortales campos de Junín y Boyacá, Ayacucho y Carabobo, se levantaron como por encanto los esqueletos de sus bravos héroes, y por entusiasmo patriótico dirán: Gloria a Bolívar, el cerebro privilegiado de la América, cuyo nombre esclarecido tuvo por factores un corazón de héroe y un alma de titán. Gloria, al héroe noble y desinteresado que murió legando a su patria: Libertad, Gloria y Porvenir.